oblique ways that were never together

martes, 27 de marzo de 2012

Esto se llama liberadores

Redireccionar, subir , bajar... y ellos que no se cansan de esperar. En concreto él ojo avizor me espera, me mira, me guía, sigue mis pasos y procura que nunca choque. Y yo sigo dando vueltas en espiral procurando que un viejo recuerdo no caiga y me destruya. Sigo aguantando el peso de mi ingenuidad, pero él me mira y me advierte y de lejos sigue mis pasos. Yo que sigo empeñada en algo que no puede ser y él ahí que me habla y me dice lo que yo ya sé pero que no quiero admitir. Y como la aguja pequeñita de un reloj me sigue a cada instante, se acerca y me permite ver a alguien que es como la pieza que me falta, me permite ver que un amigo de verdad es algo así . Luego están ellas que nunca se alejan, son como mi sombra, mi protección y mi motor de arranque, son ellas y no hay más. Mi velocidad y la huella que dejan mis pasos depende de ellos, su recuerdo el de él se ha borrado y ahora y antes  mi centro de gravedad es suyo, suyo de ellos, suyo de ellas. Después de todo os merecéis saber que con una sola sonrisa me basta para seguir andando. Merecéis poder saber que nunca me arrepentí de haber salido de aquel camino tan oblicuo y que si llego a saber antes que con lo primero que tropezaría es con esta bendita dulzura hubiese salido antes.
Y es que al final somos como un gran puzzle en el que encajamos a la perfección. Cada día que pasa me calais más hondo.

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