Y entonces es cuando llega ese momento en el que te das cuenta que no eras como antes, que no eras tú la que corría tras esas calles mojadas, que no era tú sonrisa lo que brillaba. Llega ese momento en el que alguien te abre los ojos y te dice de verdad que hacen falta tus sonrisas y tu buen humor. Llegar a la calle del abismo, no sé como pude llegar tan lejos sin darme cuenta de que mis sonrisas eran para alguien más que para mi. Y ahora lejos de aquellas canciones tristes, miro de otra forma las cosas, lo problemas, que al fin y al cabo serán sólo problemas y que mejor que afrontar cada uno de estos baches con la mejor de mis sonrisas? porque al mal tiempo buena cara y eso es lo que toca, SONREÍR, porque queda demasiada eternidad para llorar sólo por un pedazo. Cambiar mi forma de pensar y ver que detrás de todo esa rabia contenida que no logré contarte hay algo, hay un amigo que nunca arriesgaré, porque sé que si me sale mal, te pierdo y para eso no hay tiempo que cure una herida tan grande. Y ahora os pienso y sé de verdad que estaís ahí, que sin vosotros esto no tendría solución. Porque cada mañana al veros mi sonrisa se hace cada vez más grande. Espero aprovechar nuestro tiempo, porque el año que viene no será igual. Muchas gracias por hacer grandes mis días y pequeños mis problemas.
Al fin y al cabo, de todo se sale y eso si que me lo habeís demostrado.
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