Hoy huele ha un sábado más, huele a arroz con longanizas y a adelantar deberes, se oye Holanda a lo lejos, sólo quedan horas, pero hoy, un sábado más parece que mi cabeza ha decidido dejar de pensar en todo y estancarse en un tal 16 de noviembre. Mi cabeza ha decidido parar su mecanismo de acción, ruedas y poleas que ahora yacen paradas. 16 de noviembre que sigue aquí, porque hace tan sólo 3 días no era mi cabeza quien dirigía mi mundo, el corazón cambió las tornas y empezó a ordenar el estanque parcial de mi sentido de la felicidad. Con el 16 se va un elemento crucial de mi vida, alguien que por mucho que lloviese siempre estaba ahí. Días soleados, lluviosos, miles de lunas y soles que ella convirtió en sonrisas calidas. Porque cada media hora comprendí que ella, mi elemento crucial, dejaría de serlo, y ahora eso es verdad. Cada vez que se acerca el umbral de tu puerta pienso con tristeza que ya no te volverás a reír conmigo.
Aunque no estés aqui te siento muy cerca, GRACIAS en mayúsculas, por hacer de estos 17 los mejores años de mi infancia, porque siempre mi iaia y mi segunda madre.
Estés donde estés, siempre te estaré recordando, tú huequecito en mi corazón es ahora un poquito más grande.
Ahora y siempre.
TEQUIERO!
Precioso Cariño. Te quiero (L)
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